vendredi, septembre 03, 2021

viernes

 Apreto el botón y rompo el silencio del alba, el motor ruge, vibra todo sobre la mesada, el elixir comienza a caer en mi taza. Es mi café, el único alimento que necesito para subir a la compu a editar las fotos de estos espacios de arte que me trajeron el éxtasis al cuerpo, un cambio en mis células solo por caminar entre el poder creativo, las infinitas posibilidades y la luz devuelta en mi alma. Bienvenidas. Llueve, en dos horas tengo dos clases de yoga y la promesa de almorzar ramen con uno de mis mejores amigos. Ramen japonés de verdad, de esos caldos de 14 horas, con ese amigo con el que me río de las cosas más serias. Soy feliz. En el silencio de mis hijos dormir y la ausencia deportiva de mi marido estoy acompañada de mi núcleo pero sola. Seguridad e independencia, atención y espacio. Ganas y hartazgo. Todo lo tengo. 

Agradezco.

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