mardi, avril 08, 2008

buena vibra

te quería contar que no la encontré. no fui, durante todo este tiempo, porque no tenía sentido. No estaba ahí (ni iba a estar) porque vos no estabas. Tomamos algo, fumamos algo, miré el horizonte, probé mi ritmo interior. Pero las rodillas no me respondían, mis piernas eran como dos extrañas, que se horrorizaban ante mis intenciones de hacerlas danzar. La percusión iba subiendo de a poco, pero mi espíritu no conectaba. Decepcionada, me alejé del centro enérgico, y me encontré con Puni.
Cambió de vida Puni, se dio cuenta que quiere ser guía de montaña, dejó bio - ingeniería. Maravillosa noticia, el viernes vamos a escalar. Va a construir un refugio en una montaña del Titicaca, no me acuerdo el nombre.
Chocho charlaba con los otros, y yo, fui a probar mi suerte una vez más con los locos del fondo. Solo puedo decir que no eran mis locos.
Como estaba diciendo, te quería contar que era imposible de encontrar, que no era lo mismo y que se perdió; que ni los hippies de siempre estaban. Pero no te lo pude contar, porque en el momento menos esperado me empezó a latir el cuerpo, se me escapaban los pensamientos, y puse huevo en mantener la mente en blanco, y solo girar, y flotar. Y sin querer casi, entré. En la misma zona de siempre, adelante, a la izquierda del escenario. El grupo, como todo grupo, me dio una bienvenida, y me uní a lo Uno. Subíamos y bajábamos, saltos y gritos. No sabes el honor que le hice a tu nombre. Y después vino Puni, dijo que sabía donde encontrarme, y después vino el Loco de mardel. Y después ...
Terminó, como todo, pero Daniela, la sonrisa que tengo ... como te explico? Voy a tener que ir a mostrártela. Empezó el viernes la buena semana, y no la desperdicio, te juro.

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