jeudi, décembre 11, 2008

"...

6.431

Asi tambien, a la hora de la muerte, el mundo no cambia, se termina.

6.4311

La muerte no es un evento de la vida. De la muerte no tenemos vivencia alguna.
Si por eternidad no entendemos duración temporal infinita sino intemporalidad, entonces vive eternamente el que vive en el presente.
Nuestra vida carece de final en la misma medida en que nuestro campo visual carece de límites.

6.4312

La inmortalidad temporal del alma humana, es decir, su eterna supervivencia incluso después de la muerte, no sólo no está garantizada de modo alguno, sino que, sobre todo, esta suposición no sirve en absoluto para lo que siempre se ha pretendido alcanzar con ella. Pues ¿se resuelve algún enigma porque yo viva eternamente? ¿No es quizá esa vida eterna tan enigmática como la presente? La solución del enigma de la vida en el espacio y en el tiempo reside fuera del espacio y del tiempo.

6.44

Lo místico no consiste en cómo es el mundo sino en que sea.

6.5

Si una respuesta no puede expresarse, la pregunta que le corresponde tampoco puede expresarse.
El enigma no existe.

..."



CHAN






Ludwig Wittgenstein, Tractatus logico-philosophicus

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