vendredi, août 21, 2009

i still remember

me acuerdo que era una noche fría, pero no sé si era otoño o invierno. sé que salíamos hace poco, debía ser invierno. yo estaba con Emilia, y él con Balle. éramos 4, teníamos 15 y 16. y ese fue mi primer peor pedo, la razón por la que aún hoy no simpatizo con el vino blanco. Lo recuerdo bien, era un cartón, mezclado con 7up, en vasos de plástico, de un kiosko, sobre o´higgins, entre juramento y mendoza, tomamos mucho, yo y mi adolescencia burguesa. vivía en un mundo distinto al de hoy, más chico, con menos peligros (o conciencia) y con problemas simples. esa noche luego del desmayo en el pasto, el enojo, y el llanto, luego de la pelea en el baño, de la cual fui 100% culpable, luego del cambio de ropa en la mesa plástica de ese espacio que nunca supe donde quedaba, como tampoco sé hoy donde queda el predio en el que fue la fiesta. luego de toda la novedad que el exceso de alcohol nos trajo, el problema era simple: ni Emilia ni yo recordábamos a donde íbamos a dormir. Porque claramente en nuestras casas no nos esperaban, nos creían pijamapariandola en lo de alguna amiga, como una inocente monja judía.

me acuerdo que lo de Juan era una casa ideal para el delito, típica de hijos mayores varones. llegamos en silencio absoluto, con la tensión de una misión secreta. Su hermano había llevado un amigo a dormir, osea que en el cuarto éramos 6. y en caso que la madre decidiera asomarse, esa madrugada de domingo, las mujeres debíamos dormir en el baño en suite, que debía ser de 1.20 x 1,50. ninguna entraba estirada, y teníamos que compartir la cucha con el inodoro y la bacha. solo nos sacamos las botas, Emilia se quejo en voz baja y borracha hasta que nos dormimos.

Abro los ojos, veo el piso azul del baño, la puerta abierta, el piso beige del cuarto, la cara de un chico que no conozco, y a mi amiga durmiendo en la cama de mi novio, al revés, su cabeza en los pies de él. escucho el ronquido de Balle y con esfuerzo me levanto. hay que irse, ya hay ruido en la cocina. como dije, la casa de Juan era ideal para este tipo de actividades ilícitas, era una PB. así fue como nos pusimos las botas y salimos por la ventana. eran las 10.20 de la mañana, un horario insólito para nosotras que lo más temprano que despertábamos era a las 12.30. esquivamos las plantas y nos fuimos caminando. me acuerdo que el domingo estaba nublado.

Archives du blog