jeudi, mai 12, 2011


Estaba en un bus, la distancia a recorrer era larga. Subí apurada y había perdido la tapa de mi porta rollo de fotos que hacía de vasito de agua para mojar el pincel. Entonces tenía el vasito con agua sucia de las acuarelas en la mano. Busqué con mis ojos una posible solución para no tener que estar 2 horas con un frasquito con agua en la mano. Si lo apoyaba en el piso se iba a volcar, no había baño para tirarla por el inodoro. No tenía una botella vacía ni una una llena, pero sí tenía mucho sueño y el frasco en la mano no me dejaba dormir. Hice lo que cualquiera hubiera hecho en mi lugar. Me tomé el agua.

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