mardi, février 28, 2012

ser, o ser un felino

Siempre me acuerdo de un amigo que me dijo que al volver de las fiestas electrónicas miraba a su gato gordo tirado tranca en el piso de su casa y le decía "que bueno no ser gato y poder ir a bailar". Es cierto, pero he de admitir que cuando me agarra la insoportable levedad del ser, miró a mi gata y quiero ser gata. Que bueno ser gata para no pensar tanto.

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