mercredi, juin 13, 2018

Mi hija

se va a cumplir un año de mi sueño hecho realidad.
y creo que no escribo mucho sobre el tema porque hasta el día de hoy la miro y no me lo creo.
no lo puedo creer.
a veces pienso que cuando me desmayé después del parto me morí y todo esto es un sueño.
pero parece que no.
que es real.
ya no escribo con ritmo acá.
ya no hago demasiadas cosas con ritmo, salvo maternar, entrenar y cocinar.
ya volveré, me repito.
no tengo apuro.
bastante rápido pasa el tiempo como para apurarme.
tan rápido que ya se va a cumplir un año de la mejor bebé del mundo.
una niña que va a su bola y es dulce a la vez.
simpática.
divertida.
una china hermosa que tira besos y siempre está de buenas.
que con sus 3 palabras intenta charlar todo lo que puede.
creo que cuando se cumpla un año voy a poder escribir sobre su parto.
mi primer parto.
hermoso parto.
alguien me dijo
"es muy intenso parir, deberíamos todas permitirnos sentir ese nivel de intensidad por lo menos una vez en la vida"
siempre quise, con mi hijo no se pudo.
con ella si.
sigo sorprendida.
de las diferencias de estos dos seres que salieron de mi vientre.
ella no me exige la fusión que me pidió mi hijo.
y eso me desconcierta.
tuve que aprender a ser madre de otra manera.
tuve que soltar y respetar que se de vuelta y se vaya cuando termina de tomar la teta.
aceptar que no me mire todo el día con cara de enamorada.
me ama, claro que me ama.
pero es como si estuviese segura de mi amor y presencia.
y no me pide que se lo confirme cada instante.
ella puede sola muchas cosas.
ella ama también a su papá, a su hermano, a sus gatos.
yo no soy su mundo.
su mundo es gigante.
nació super despierta.
sin anestesia.
con una voz grave y dulce.
ella.



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