mercredi, décembre 12, 2007

vida cotidiana

La vida es emocionante. Y esto (estoestoesto) que tanto me sorprende... me despierta una montaña rusa de emociones. Casi que duele no poder agarrarlo, no alcanza con los brazos, no alcanza con nada, porque sobrepasa lo físico por tanto. Revelación: no se puede agarrar porque es un lugar. Entonces no se agarra, se está. Y lo que duele es la incertidumbre (¿cuanto tiempo podrá uno quedarse ahí?). No es que quiera hacer una apología a las drogas, como diría Queen of the highway, pero realmente es como ser un adicto; y la sola idea de abstinencia, ma ta. Así que miedo y dolor, pero del lindo, como lo que dicen del parto, y eso que nunca les creí del todo. Miro esto con la mirada desconfiada de quien no conoce. Pero me meto hasta el fondo, como mucho no te pega, y si te pega va a ser espectacular (auto convencimiento + dealer = circulo de la desconfianza).

la que duda de todo no soy yo, es mi mente.

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