dimanche, décembre 12, 2010

Teoría

El tiempo es un círculo, porque el tiempo no existe y todo vuelve a suceder. Para los chinos el tiempo es circular, por eso no tienen conjugación los verbos (el pasado y el futuro se marcan con palabras que no son verbos) (¿y que es no ser verbo?). Si se lo piensa es bastante lógico, quienes fuimos nunca va separado de quienes somos. Es en definitiva lo que nos conforma.
Entonces: el tiempo. Nosotros le ponemos ese nombre y esas reglas para organizarnos mejor; muere una generación y nace otra, pero lo lineal del tiempo lo vemos solo en nuestra finitud.
El tiempo es en plural. Son momentos en los que ocurren acciones. Esas acciones cesan en el presente, pero no dejar de haber acontecido nunca. Lo hecho hecho está se refiere a eso mismo. Pasó, no se puede corregir y nunca va a dejar de haber pasado.
Yo sigo amando a quienes amé, pero no hoy, no ahora, no porque sigo enamorada. Los sigo amando en ese momento. Así como también cogemos eternamente, porque cogimos alguna vez.
Aún estoy llorando porque mi hermano me tiró del sube y baja, aún estoy con mi caballo en Uruguay, aún digo cosas de las que me voy a arrepentir.
Pero las divisiones (horas, meses, siglos) no están puestas azarosamente, ni los usos horarios, ni los días del calendario son fruto de la creatividad. Ya las conocían las antiguas civilizaciones, desde los Mayas hasta los Siam, todos tenían sus calendarios, todos notaron esas reiteradas vueltas alrededor del sol y lo repetitiva que se vuelve la luna.
Primavera, verano, otoño, invierno y primavera otra vez
.
Cada vuelta volvemos a pasar por el mismo lugar, pero es diferente, es otro momento y son otras acciones.
Creo que en algún punto todos los momentos se superponen. Sigo naciendo el primero de noviembre, siguen explotando bombas en Japón, sigo saliendo del colegio a las 16.20, se sigue muriendo mi madre.
Y hay algo de esa energía que prevalece, que nos recuerda lo acontecido tocando una "fibra nerviosa intuitiva". Aunque no sepamos la fecha, a veces pasa, sin que entendamos que era. Y nos quedamos con esa sensación rara.
Y muchos momentos después vemos como a través de un vidrio espejado, vemos algo, pero no es lo que es. Es solo un reflejo del momento actual, un reflejo de lo que somos, conjugado con lo que fuimos.
Pues somos verbos.

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