mercredi, août 12, 2015

Anoche soñé con vos, nunca sueño con vos la verdad. Mi empleada tenía que ir a limpiar a tu casa después de la mía, me pide que te llame y te avise, porque se olvidó de confirmarte. Llamarte en el sueño era igual de raro que en la realidad, no había otra opción? No, no iba a dejar que la pobre vaya a tu casa y que no estés, con lo largo y caro que es el viaje. conseguir tu número fue más fácil de lo que pensé, facebook te daba el número de cualquier contacto taggeado en una foto con uno. Llamo, no atendés. El contestador lo grabaron a duo, vos y tu novia, tarareando una canción con un ritmo entre andino y jazz.
No dejo mensaje y me quedo pensando en lo raro que va a ser que veas una llamada perdida mía. Entro a un campo de fútbol donde M. va a presentar una nueva obra. Actúas en la obra, vas junto con otros, colgado de globos de colores, flotando sobre el suelo, repitiendo algunas lineas que no llego a escuchar porque me viene a hablar tu novia. Me pregunta sobre los beneficios del yoga, hablamos en inglés. Cuando bajás te explico porque te llame, me decís que todavía no viste el teléfono.
Me despierta mi hijo.
Un rato más tarde abro el facebook, tengo muchas notificaciones en el mundito, una me dice que anoche fue tu cumpleaños. Me río. Normalmente no sé en que fecha vivo, pero se ve que si, y que me acuerdo de tu cumple.

Todo esto lo escribí en un mensaje que te iba a mandar, porque honestamente te deseo un feliz cumpleaños y me seguís cayendo bien. Pero me entró un whatsapp al teléfono, algo que decidí era muy interesante leer. Y no sé que pasó con mi no tan nuevo iphone que cuando volví a la aplicación el mensaje ya no estaba. Ni rastros de él, ni se mandó, ni se guardó. Se autodestruyó. Decidí entonces fluir con las cosas, cosa que hago casi todo el tiempo ultimamente, y no mandarte nada. El universo así lo quiso. Igual iba a ser raro recibir un mail mío. Igual iba a a estar todo bien.

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