lundi, août 13, 2007

maybe

al final terminan siendo los detalles, las boludeces, lo cotidiano, la gota que rebalsa el vaso. El ruidito que hace el auto cuando aceleras, que el otro viva dejando los cajones abiertos o guardando los frascos vacíos de mermelada en la heladera, la puerta medio trabada que solo se abre con el truquito de empujar y tirar para arriba al mismo tiempo, el botoncito que no anda de la cámara, los comentarios sarcásticos del profesor, pisar caca, los malos modos de un amigo, los comentarios pajeros del otro, lo que le cuesta leer cds copiados al equipo, que se cuelgue la compu, perder el bondi cuando sabes que tarda 80 años, las pequeñas discusiones.
quizás hasta que importan los detalles. o quizás nos olvidamos de la semejante importancia del Todo que nos rodea. quizás que nos salimos del Tao, y nos olvidamos lo insignificante de cualquier detalle en contraste con la simpleza real imperante. quizás deberíamos recordar que nada es lo que queda de todo eso, y permanece solo lo que queremos. que ante lo inevitable de la cotidianeidad también tenemos elección. que es algo que nos supera; pero es solo lo que nosotros queremos que sea. (repito mucho porque lo estoy tratando de memorizar)

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