dimanche, juillet 24, 2011

" (...) La tarde siguió fluyendo, en maduro silencio, y los altos árboles llenos de savia parecían saberlo todo; el deseo aún más intenso que antes empezó a quemarme de nuevo. Que vuelva pronto, rogué, dirigiéndome al dios que fuera, con tal de que estuviera dispuesto a complacerme. (...)"

Lolita, Vladimir Nabokov

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