mardi, juillet 26, 2011

los terneros robados

Cae agua, desde el cielo, desde mi cielo. Hay unos nubarrones que no se van cuando las lluvias migran al otro lado del río. Se quedan y tiran gotitas en un suelo no fértil, de forma constante y desprolija. Eso solo tiene un significado: la visita de muchos hombres con herramientas y baldes, que vendrán a irrumpir la paz de mi terraza para evitar que me llueva en el cuarto.
Uf.
De a poco, como me salga, me estoy yendo del vegetarianismo al veganismo. Una fiaca, pero no quiero molestar a las vacas para que me den la leche que hacen para sus terneros, terneros robados al nacer. Vendo mi campera de cuero, que la compré hace mil, antes del vegetarianismo. Pensando que era lo más, pero que, por alguna extraña razón, sólo la use 10 veces. También vendo unas carteras de cuerpo que tengo, que no uso realmente. Los zapatos no, porque eso si que me obligaría a salir corriendo a buscar nuevos, para no andar descalza en invierno, y con los arreglos del techo no estoy en condiciones de renovar mis calzados de cuerpo. De cuero. No en este momento. Me conformo con no comprar más. A R. también le pegó, pero le cuesta comprender que le pasa, no entiende, creo que piensa que se volvió maricón por no tener ganas de comer cadáveres para la cena ni pus con leche para el desayuno. Es que ver ciertas cosas que nos hacen tomar conciencia, que nos abren los ojos, nunca es fácil. Siempre es más fácil, negar, olvidar y cerrar los ojos en las partes feas, como en la películas, solo que esto es real.
Uf.
Ayer estaba en kinesiología. (Corrí como una loca escuchando música manija, y de golpe me dolió el gemelo mal, descansé 10 días, probé correr devuelta y me dolía still, entonces doc. y luego kinesio). Nunca vi a nadie tan buena onda como mi kinesiólogo José. Pura energía blanca. En fin, estoy en el gym de kinesio haciendo los ejercicios que José nos va a indicando a cada uno de los pacientes. Me hace hacer las cosas más espásticas, como saltar en pie 10 segundos y cambiar al otro. Estoy en remerota, joguineta y crocs. Tengo el pelo suelto porque es temprano y ni me peiné. Un horror, un tío cosa saltando en una pata. O no, porque la señora gorda de la derecha al fondo se levanta de sus ejercicios solo para decirme "estas para ir a lo de Tinelli vos".
Uf.

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