dimanche, novembre 12, 2006

kipas

Cheshvan 21

Apoyo el bowl de ensalada en el piso, ya no quiero mas, las gatas están comiendo lechuga. Nunca las ví hacer eso. También comen arroz yamani. Se nota que son mis gatas.
Yo solo quiero agua. Ayer fui a un casamiento judío en el Sheraton de Pilar. Fue genial. Sillas al aire. Buena comida. Buena bebida. Buena onda. Fui con una pollera violeta unicornio. Fui con mi cartera de discos de vinilo. Fui con Cohen.
Antes de ayer fui al templo Amijai. Cante en hebreo. Con lirycs. Y por fonética, claro. Había energía en ese lugar. Había alegría. Y niños jugando. Fui con Cohen.
Cohen es especial, un muy buen amigo mío, un sujeto trascendental. Las situaciones hicieron que durante un plazo de 9 meses no nos hablemos. Hicieron que me enoje y lo mate, en mi mente, claro. Pero eso ya pasó. Perdones y disculpas. Debates interminables. Charlas abiertas. Y totalmente trabajado el tema. Aún hoy creo que no hay nada de lo que no podamos hablar. Ese tipo de conexión tenemos. Volvimos a tener. No digo que no costó, claro que costo. Pero con buena voluntad todo se puede, es cuestión de tener ganas. Simple, como todo.
Soy de las que creen que para complicarse también hay que tener ganas. No es tan fácil complicarse, pero si es mas fácil que ver claramente. A sacarse los anteojos, esos que nos ponemos día a día. Esos a los que les agregamos cada vez más cristales. Esos que cada vez más opacos quedan.

Hoy soñé que la puerta de mi casa estaba abierta-

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