ojala que llueva

Me sentía desequilibrada a pesar de seguir alineada con el ciclo de la luna. ( eso me alegro la semana, aunque incluya los 4 días menos sexies del mes )

Les cuento, como a mi psicólogo:

Ando ansiosa, terriblemente ansiosa. Todo el tiempo. Respiraciones yogicas, o me fumo uno ... con tal de desacelerarme.

Me molestan muchas situaciones y charlas.
- No se porque prefiero que me den menos edad que mas - decía una chica de 21 anoche. (y yo por mis adentros corría y atravesaba el vidrio, era libre. Antes la golpeaba, pero no la mataba).

Mucho "no quiero estar en este lugar", "no quiero oír esto", "no quiero ver a esta persona", "sáquenme de acá", etc. Me escapo a mi lugar feliz: flotando en el agua. Allá. Lejos.

Sigo desayunando a las 12 p.m., sigo tomando jugos naturales todos los dias, comiendo mucha fruta y mandándome mails con la gente interesante que encontré.
pero algo falta.
algo.

Recién ayer, mirando la luna en el pasto de la casa, sentada en una mini pelo-pincho rosa chicle, lo descubrí. Me falta Brasil. País maravilloso. Extraño Brasil. Odio haber vuelto a la ciudad.

Acá la naturaleza es algo tan artificialmente armado, y el pasto ni siquiera es arena. Por mas que viva en los lagos de Palermo, no deja de ser un paréntesis en la megalópolis mas húmeda que conocí.

Como el kiwi con cáscara, pero me falta André. Y me falta conciencia: Sophie no son kiwis de una ilha, son kiwis de ciudad. Si no los pelas por lo menos lavalos bien. Ayer vomite todo y más. Vomité sobria. Una poco recomendada forma de bajar a la realidad.

Hoy vuelvo a comer sólidos. Mañana empiezo a estudiar.

Siento como mi alma se deprime mientras voluntariamente se encadena a la rutina.
A mi cuerpo no le va mucho mejor, también siento como me marchito con aire acondicionado, la ausencia de sol de a poco me roba mi color, y la ciudad la soltura de mi cuerpo.


Estoy cada año mas segura de que esto no es lo mío.
Me niego, me niego rotundamente a caer en lo mismo. Ya no puedo ser feliz ahí.



Somebody save me.